El éxito obtenido por Los niños terribles de Jean Cocteau -éxito real- no nos parece sin embargo a la altura del mérito de esta obra. Demasiados lectores juzgan a Jean Cocteau por algunos poemas un poco herméticos, por algunos artículos, cartas o prefacios donde el autor de La gran separación da prueba de demasiado humor o se deja ir hacia una discreta extravagancia. Sus novelas son de otra vena. Libros como Thomas el impostor y Los niños terribles deberían llegar al gran público – el gran público letrado, naturalmente.
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